Monday, March 9, 2009

Aparta de mí este cáliz


Luis Humberto Crosthwite, 2009

La crucifixión era desagradable. Me decía: «Acepto esta cruz, pero tendrá que haber cambios».
[…]

Me gustaría que fuéramos al cine como lo hacíamos en Galilea. Una película de terror me caería bien […]

En el encierro las cervezas costaban una fortuna. Había quienes podían pagarlas, nosotros no. Sólo imaginábamos: me enseñó a poner la mano así, como si en ella hubiera un bote. Me imaginaba ese bote imaginario. Al principio sólo era aire, pero luego empecé a saborear el líquido fresco y espumoso.

[…]
Soy Jesucristo y algún día volveré a besarla.
Soy Jesucristo y la besaré apasionadamente.
Serán versos mesiánicos, salvadores; besos en sus manos y sus pies.
Soy Jesucristo y buscaré sus labios para besarla una tras otra.
He caminado sobre agua, he multiplicado pan, me he parado en montes y desiertos. Y lo he hecho todo por usted.
Aún me siento como un recién casado, con deseos de hablarle por teléfono cada minuto. Aún anhelo un futuro lleno de hijos y nietos, llenos de delicias.
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1 comment:

  1. Como salvaje y tierna, podría definir brevemente a esta novelina –aunque se enoje el Lupe Esparza–. Una de las imágenes que más me latió es la del vientre “como una casa vacía, en espera de huéspedes”. Un saludo desde el sur

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