Sunday, March 28, 2010

El fondo del cielo


Rodrigo Fresán, 2009

Otro de ellos [de los finales del mundo] tiene lugar en un aeropuerto de provincias. Un pasajero que ya ha despachado su equipaje no aparece en la puerta de embarque y un operario lo llama por el sistema d altavoces -el apellido del psasajero es complicado, rebosa de consonantes- y lo lee mal y, sin saberlo, pronuncia el nombre de Aquel-Que-Espera-Al-Otro-De-Todas-Las-Cosas-Y-Cuyo-Nombre-Jamás-Debe-Ser-Pronunciado porque, de hacerlo, sería liberado y, para felicidad de Phineas Elsinore Darlingskill, llegaría a nosotros desde su morada en un agujero dorado del tiempo y del espacio para acabar con todo y...

Nota: El fondo del cielo, es una novela donde Rodrigo Fresán utiliza a la ciencia ficción como un pretexto para narrar una historia, que no es del todo de amor y que no es del todo de ciencia-ficción, una de sus obsesiones ya tan familiares en artículos y reseñas de libros, una obsesión más como son los Beatles en Los Jardines de Kensington. En el apartado final de la novela, él mismo nos dice: Esta es una novela con ciencia-ficción. Hay partes donde yo estoy de acuerdo con él, por ejemplo cuando habla de 2001 o Blade Runner, y metamorfosea con ellas, o cualquier otra película famosa del género. De los tres libros que he leído de Rodrigo Fresán, creo que Los Jardines de Kesington, es uno de sus mejores trabajos y una de las mejores novelas que he leído.
Lo que resalto de El fondo del cielo es el recurso de la reiteración y que utiliza de maravilla así como en Los jardines. El primer final del mundo, escribe Rodrigo, -el primero de los muchos finales del mundo de todos ustedes que también es, en parte, el mío- tuvo lugar en el instante mismo de su inicio. Y así nos va narrando al menos los finales del mundo que recuerda Ella (su personaje), que son diez y otros más, y el último de los íntimos finales del mundo (sin contar la otra variedad de fin de mundo, por supuesto).

Friday, March 26, 2010

Sangre en la luna


James Ellroy, 1984

Desde una de las vigas del techo, una mujer desnuda colgaba de una sola pierna, directamente sobre la cama. Le habían desgarrado el vientre desde la pervis hasta la caja torácica, y sus intestinos se desparramaban desde su trnso abierto, estendiéndose hasta cubrir su rostro ensangrentado. Lloyd memorizó la escena: la pierna suelta de la mujer colgaba, hichada y amoratada, en ángulo recto; los pechos, los pechos estaban cubiertos de sangre coagulada, y las partes de su cuerpo que no estaban ensangrentadas tenían un tinte blanco azulado; la colcha de la cama estaba empapada en tal cantidad de sangre que se cuarteaba en capas; la sangre invadía el suelo, las paredes, el armario y el espejo, enmarcando a la mujer muerta en una perfecta simetría de devastación.

Nota: Sangre en la luna no decepciona. Pero más que una gran novela, es un ensayo para una buena novela. Tiene todos los elementos, excepto por la introspección de personajes y una trama de pronto fácil de adivinar. Tiene buenas descripciones de escenas de crimen. Tal vez, la novela tenga algo de cómic.
Nota 2: La fotografía que aparece aquí no es de la portada de Ediciones B, es de Jucar.

Thursday, March 18, 2010

Sobre Los cuervos

Me encontré este comentario hecho por Javier Hernández Quezada Sobre mi novela Los cuervos.

Los cuervos (2005), de César Silva Márquez. César Silva Márquez alude, en esta noveleta, a lo obvio, o sea, a aquello que ha hecho de Ciudad Juárez un símil afectado del infierno y del terror; pero, al mismo tiempo, y como lo plantea el gran Roberto Bolaño en su portentosa 2666 (2004), el chihuahuense alude a lo posible, a lo potencial, dicho esto desde una perspectiva literaria que se contenta, sobre todo, con sugerir e inventar.
Entendamos, por tanto, que el planteamiento de Silva Márquez resulta singular, pues si bien este escritor pudo haberse detenido en el análisis y la recreación de los hechos cotidianos que afectan el decurso del mencionado asentamiento, opta por recrear —mejor— el mito romántico del vampirismo, que, es obvio, no está sujeto a factores inmediatos —o propiamente "mexicanos"—, y que no tergiversa la macabra realidad en la que los norteños vivimos desde hace muchos años. 

Aquí, está lo que él dice.

gracias.

Wednesday, March 17, 2010

Se busca una mujer


Charles Bukowski, 1973

—¡Déjame, Joe! ¡Estás yendo muy de prisa, Joe! ¡Deja que me vaya!

—¿Por qué viniste aquí, zorra?

La intentó besar otra vez y lo consiguió. Era horrible. Edna subió la rodilla bruscamente. Y le alcanzó de lleno. El se llevó las manos a las partes y cayó al suelo.

—Dios, Dios... ¿Por qué has tenido que hacerme esto? Me has querido asesinar... ¡Auuggh!

Rodó por el suelo gimiendo.

Su trasero, pensó ella, tiene un trasero tan horrible.

Le dejó tirado en el suelo y bajó corriendo las escaleras. El aire estaba limpio allá fuera. Mientras bajaba, pudo oír gente hablando, pudo oír sus televisores. Su casa no estaba muy lejos. Sintió que necesitaba darse otro baño, quitarse su vestido de seda azul y lavarse bien todo el cuerpo. Hacía calor. Más tarde, salió de la bañera, se secó y se colocó unos rulos rosados en el pelo. Decidió no volver a verle más.

Nota: de los libros de cuentos de Bukowski, este es uno de los mejores que he leído. Si bien sobran unos cuantos, como aquellos donde el autor narra sus lecturas en público, no sobra el humor, como en el cuento Deje de mirarme las tetas, señor. un libro recomendable para leer acompañado de un whisky, o una cerveza fría. un libro lleno de borrachos, perdedores, mujeres fáciles y buena literatura.