Pues sí, estuvo gacho. Conocí a Rizzo justo a mi llegada a Nueva York, y aunque me robó esa vez, es verdad que nos hicimos amigos, luego murió. llegué a la ciudad porque necesitaba dinero y después de arreglarnos Rizzo y yo, él se hizo pasar por mi agente... No teníamos dinero y comíamos cualquier cosa, a veces con suerte comíamos carne, como la vez nos invitaron al Estudio 54. Pero Rizzo para entonces ya estaba muy enfermo, tenía temperatura y no dejaba de toser y temblar. Cuando lo vi en su cama sin poderse mover fue que decidí llevarlo a Florida, a donde quería ir. Hice cosas de las que me arrepiento y no las contaré, no tiene caso, pero a Rizzo lo quise bien. Un tipo me debía dinero y cuando me pagó, compré los boletos a Florida. Extraño a Rizzo. No le gustaba que le dijeran Ratzo, se ponía fúrico. Murió de pronto en el autobús a muy pocas millas del mar, pensé que dormía, le pregunté si estaba bien, pero ya no me contestó. Lo dejé ahí. Hay veces que lo pienso y me arrepiento, otras veces creo que hice lo correcto. No tengo más que decir. Salud por Salvatore Rizzo. A los del fondo, salud. ustedes, también, si tú, el de allá, salud.
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