Una noche del pasado septiembre me llamó mi hermano desde San Elmo para decirme que nuestros padres volvían a hablar de divorciarse.
-¿Y dónde está la nueva novedad?
-Esta vez va en serio -dijo Mario.
Nicholas y Maria Molise llevaban casados cincuenta y un años, y aunque desde el principio había sido una relación infeliz, mantenida y conservada por el inflexible catolicismo de mi madre, que castigaba a mi padre tolerando de un modo irritante su egoísmo y su desprecio, ahora no parecía una completa locura que quisieran separarse, ya que mi madre tenía setenta y cuatro años y mi padre setenta y seis.
Pregunté a Mario de qué se trataba esta vez,
-Adulterio. Mamá lo pilló con las manos en la masa.
Nota: Historia dura y llena de humor. Fante consigue darnos una historia que refleja la vida de un viejo alcohólico y la relación con uno de sus hijos, que siempre a tratado de huir de él.
No comments:
Post a Comment