A menudo sueño con el Hotel Delfín.
Yo estoy en el sueño. Es decir, "formo parte" de él como una especie de circunstancia continua. El sueño revela de manera manifiesta que pertenezco a la continuidad del sueño. En este, el Hotel Delfín está deformado. Es más achatado y largo, Tanto que, en lugar de un hotel, parece un larguísimo puente techado. El puente se extiende desde tiempos pretéritos hasta los confines del universo. Y yo estoy en él. Allí, en ese hotel, hay alguien más, alguien que derrama lágrimas. las derrama por mí.
El hotel me envuelve. Percibo con toda claridad sus latidos y su calor. En el sueño, yo soy una parte más del hotel.
Así es el sueño.
Nota: Quizá de las novelas que he leído de Murakami, esta es la que me parece con menos fuerza y un tanto predecible, sin embargo, no deja de ser entretenida; al amanecer, me despertaba y lo primero que hacía era tomar el libro para seguir con la lectura. La Recomiendo.